Plácido Domingo es la imagen personalizada de un músico integral, trabajador incansable, incombustible, apasionado por la música y por el canto y comprometido con la profesión.
Uno de los tres tenores junto a Carreras y Pavarotti. Los tres consiguieron transmitir el poder de la ópera al mundo con millones de discos vendidos.
Sigue en activo y sobre las tablas, en una conferencia a la que tuve el placer de asistir dijo que mientras hubiera música que pudiera cantar no se iba a retirar.
Es un fenómeno escénico digno de admirar y nos ha dejado interpretaciones maravillosas, su Otello de Verdi es digno de admiración.